Me he desempeñado en el campo de la docencia por más de 10 años, dictando clases en Rosario, Buenos Aires y sus zonas de influencia, a alumnos de diferentes niveles y edades.
En mi opinión todas las etapas formativas de un guitarrista deben ser abordadas con suma atención. Para ello es esencial una base sólida, apoyándose en los nuevos métodos que cambiaron la pedagogía de la guitarra y actualmente textos obligados en las mejores universidades de música del mundo. Se considera de suma importancia que cada alumno aprenda a aprovechar al máximo el tiempo que le dedique al instrumento; saber cómo practicar es mucho más importante que cuánto podemos practicar.
En las clases no se descuidan otras áreas relacionadas con la guitarra, como entrenamiento auditivo, composición, arreglos y elección del repertorio.
Si bien la música clásica se estudia en forma exhaustiva, es fundamental el contacto con otro tipo de estilos (Jazz, Blues, Bossa nova, música de películas, etc) para poder enriquecerse como músicos y a la vez ampliar el horizonte laboral.
Mucha información técnica es necesaria para poder llegar a dominar el instrumento, pero siempre teniendo en cuenta que la clase y el estudio de la guitarra no deje de ser entretenido para el alumno.
Al fin y al cabo nuestro objetivo cuando comenzamos las clases es siempre disfrutar con la música y con ésta hacer disfrutar a los demás.